Este informe también reveló que los productos que la gente más compra a los manteros son los bolsos, ropa (incluidas las camisetas de fútbol), música y películas. La madre asegura que al pequeño le “tranquiliza” la música afgana, seguramente por ser el recuerdo de su infancia feliz -o al menos en un entorno ‘normal’- en su hogar, en su país y con sus amigos y familiares. “Seguramente es porque aquí hay menos cajeros siendo una ciudad similar a Madrid o Barcelona, pero es cierto que funciona muy bien. OFERTA FLASH: 5% menos con tu código descuento Emma Colchones. ↑ «Numbers on the back». ↑ «What’s in a number? ↑ Soar, Phil (1983). «The Game in Scotland». ↑ Phil Ball (2003). Morbo: The Story of Spanish Football. ↑ «The Fake Football Shirt Sting». «Chapter 12. Equipment». Boots, Balls and Haircuts: An Illustrated History of Football from Then to Now. «A Brief History of Football Kit Design in England and Scotland». ↑ «Clubs rapped over kit sales».
↑ a b c d e f g h i j k David Moor. En 1998, el árbitro de la Premier League, David Elleray, se vio forzado a cambiar su indumentaria a mitad de un partido entre Aston Villa y Wimbledon porque se consideró que era demasiado similar a la usada por los jugadores del Wimbledon. Por otro lado, en competiciones internacionales, los oficiales sólo pueden llevar la indumentaria fabricada por el proveedor oficial de la FIFA (Adidas), además de lucir en su manga izquierda el escudo del Fair play y en el pecho el parche o logo de FIFA Referee que lo acredita como árbitro capacitado para dirigir encuentros internacionales. Muchos jugadores con estos problemas optan por usar lentes de contacto, como el estadounidense Kasey Keller, pero a veces estos problemas oculares obligan a los jugadores a llevar lentes convencionales, como el francés William Gallas o el neerlandés Edgar Davids, quien sufre de glaucoma y necesitó un permiso de la FIFA para ponerse sus características antiparras. A estas futbolistas se les autoriza llevar pantalones largos además del tradicional velo islámico.
El equipamiento del árbitro se completa con un silbato para señalar faltas, el inicio y el final del partido, entre otras decisiones, además de un cronómetro para medir el tiempo de juego. Además de en la camiseta, históricamente el capitán del Barça siempre ha portado el brazalete con la bandera de Cataluña e incluso ha habido algún gesto más que significativo, como el de Puyol besando la senyera al celebrar un gol en el 2-6 del último Clásico en el Bernabéu. Aunque, como ella misma afirma, el apoyo de la gente y los medios de comunicación es lo que más le reconforta. Todo ello es una muestra más de la condición de estrella que tiene Lei en su país. En la eventualidad de que en un partido ambos equipos normalmente jugarían con colores idénticos o similares, el equipo visitante debe cambiar a un color diferente. Los árbitros, los árbitros asistentes y el cuarto árbitro usan un equipamiento similar al de los jugadores, aunque normalmente se incluyen dos bolsillos en el pecho para guardar las tarjetas.
Los árbitros también pueden tener logos de patrocinadores, aunque únicamente se podrán ubicar en las mangas y nunca en competiciones internacionales. Es normal que las normas de las competiciones especifiquen que todos los jugadores de un equipo en el campo deben llevar los mismos colores, aunque las reglas sólo declaran «Los dos equipos vestirán colores que los diferencien entre sí y también del árbitro y los árbitros asistentes». Los equipos que representan a países en competiciones internacionales suelen optar por los colores nacionales, comprar camisetas de futbol al igual que otros equipos que representan a la misma nación en otros deportes. La camisetas Athletic Bilbao replicas Segunda se pinta de gris con un tramado de pinstripes al frente con dos colores que se interceptan en lo que el club ha descrito como la representación de “la trayectoria de los cachorros hasta la primera plantilla”. Un color debe resaltar significativamente sobre los demás, y en el caso de camisetas a rayas o a cuadros, uno de los colores debe predominar en las demás prendas.